miércoles, 12 de junio de 2013

Amor siglo XXI

De esos amores que matan, de ese deseo que da vida mientras te desgarra.
Los ojos de un perverso que tortura el pensamiento; aquél pensamiento engreído que te envuelve de mi, deseando que un día pudieras refugiarte conmigo. Que en la medida que te alejas yo me acerco y me convierto en tu sombra y en aquella necesidad de ser reconocida por aquél que nunca fue visto.

Esa parte tuya que me hace yo y esta parte mía que perdió todo el sentido cuando la realidad no es nada más que el placer del rechazo. Y es esa distancia la que me adhiere a tu incapacidad de conectarte y ambos nos amamos en extremos diferentes, compartiendo la distancia porque somos incapaces de vivir en cercanía porque a lo lejos te contemplo perfecto y de cerca mejor ya no te quiero.


Ese tipo de anhelo que halla el impulso en la oscuridad y nos convierte en la imagen de un otro que no es si no el vestigio de uno mismo. En el choque constante de cuerpos cansados de tanto restregarse, tratando de encontrar la totalidad en aquél que ni siquiera puede verse a si mismo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario